¿CÓMO APRENDER A IDENTIFICAR
QUE TIPO DE DISGRAFÍA TIENE EL ESTUDIANTE?
Para
poder identificar si el estudiante tiene algún trastorno de la escritura; el
docente debe visualizar las características individuales de los estudiantes en
el momento en el que escribe un texto.
Por lo que, el docente debe poner plena
atención en el desempeño de las actividades que se desarrollan en el aula, para
poder tomar un criterio objetivo.
Los
trastornos de la escritura a identificar son dos, la disgrafía motriz y la
disgrafía léxica.
Disgrafía
motriz o Caligráfica:
Se trata de trastornos
psicomotores. El niño disgrafico motor comprende la relación entre sonidos los
escuchados, y que el mismo pronuncia perfectamente, y la representación gráfica
de estos sonidos, pero encuentra dificultades en la escritura como consecuencia
de una motricidad deficiente. Por lo que, a todos aquellos trastornos que
afecten a la forma de la letra, es decir, a la grafía en sí misma; así como a
la disposición del cuerpo del texto sobre un soporte.
Sus características más
frecuentes son:
·
Se manifiesta en lentitud, movimientos
gráficos disociados, signos gráficos indiferenciados, manejo incorrecto del
lápiz y postura inadecuada al escribir.
·
Trastornos de la forma de las letras: En
especial, cuando la distorsión de los trazos da como resultado una grafía
ilegible.
·
Trastorno del tamaño de las letras: Letra
demasiado grande o pequeña
·
Trastornos en la presión de la escritura: Se
suelen producir como consecuencia de una tensión excesiva en la sujeción del
útil de escritura. La tensión puede originarse en el hombro, debido a una
postura inadecuada y bajar por el brazo hasta la mano que escribe.
Disgrafía
léxica
Reúne todo el conjunto de
rasgos que afectan directamente a la formación de las palabras. Las
características básicas a través de las que se manifiesta son:
Omisión
de letras, sílabas o palabras: Generalmente las omisiones
de letras son más frecuentes al final de sílaba (por ejemplo, “fata”, en lugar
de “falta”) y de palabra (omisión de “s” en los plurales) y aparecen con más
asiduidad que las omisiones de sílabas y más aún que las omisiones de palabras.
Confusión
de letras con sonidos o grafías semejantes: Suele producirse
cuando no están bien integrados la totalidad de los fonemas de la lengua. La
confusión de sonidos con otros semejantes es propia de una Dislexia Auditiva,
mientras que la confusión de grafías semejantes como por ejemplo la “b” y la
“d”, o la “p” y la “q”, se producen en la Dislexia Visual, donde el alumno es
capaz de visualizar en tres dimensiones cada letra y moverlas en el espacio de
su imaginación, dándoles la vuelta con toda facilidad.
Inversión
o trasposición en el orden de las sílabas: Por ejemplo,
“lladama” en lugar de “llamada”.
Invención
de palabras
Unión
o separación incorrecta de palabras: Este rasgo es de los más
difíciles de corregir, pues resulta complicado explicar de forma inteligible
que hay secuencias que, en unas ocasiones, funcionan como palabras sueltas y,
en otras, como parte integrante de otra palabra. Es el caso de muchas
preposiciones (a, de, en…) o determinantes (el, un, la…). Así, podemos
encontrarnos con ejemplos como los siguientes: “Voy ami casa”; “Quiero un
caramelo dementa”; “Voy ala cama”
Según la mayor parte de los
estudios especializados en la “Disgrafía”. La edad del estudiante a la que se
puede considerar que tiene un trastorno de escritura es en torno a los 7-8
años. Por lo que, encontrar rasgos en niños de 4 a 6 años es propio de la
inmadurez temprana del niño.
CIBERGRAFÍA
Consultado en página web:
http://www.lallavedeldon.com/web/disgraf%C3%ADa-trastornos-que-afectan-la-escritura
el día 15 de Julio de 2015
Consultado
en página web: https://crisuki.files.wordpress.com/2010/01/casoa.pdf el día 16
de Julio de 2015
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